Sacale beneficios al caminar
Es bien sabido que la meditación puede reducir el estrés, mejorar la concentración, y ponerle un freno a esos días frenéticos. Un paseo al aire libre puede convertirse en una meditación si usted se dispone hacer cuatro cosas: Tome conciencia de su respiración, preste atención a todos sus movimientos, concéntrese en su exterior y piense en toda la experiencia vivida en el camino a casa.
Para comenzar, concéntrese en su respiración. Tome tres profundos alientos, respire por la nariz y exhale por la boca. Debe olvidarse de todo, de su trabajo, de su jefe, de sus problemas, solamente piense en su respiración.
Luego cuando se sienta tranquilo comience a observar su alrededor, mire el cielo, los árboles, edificios, animales. Esta conexión con el mundo ayuda a orientarlo en su camino, tanto literalmente y metafóricamente.
El tercer pasó. Comience a observar su cuerpo, cada movimiento. Preste atención a las zonas adoloridas puede ser su cuello, sus hombros. Imagine que la energía fluye por las zonas adoloridas, y que el dolor va desapareciendo poco a poco. Su camina debe ser tranquila, recuerde que esta paseando no corriendo una maratón. No existe una duración determinada, sin embargo lo recomendado es una caminata que dure entre 10 y 15 minutos.
Finalmente, cuando termine su paseo y se disponga a volver a casa, tómese cinco o diez minutos para reflexionar sobre su experiencia. Esto le permite de alguna forma “cerrar” con su paseo, dejando una transición entre su espíritu, su mente y el “Tiempo común”.
Esta es una practica ideal para personas sometidas a muchas presiones diarias, le permite descansar, para luego poder afrontar los problemas desde distintas perspectivas.
¡Haga la prueba!
Para comenzar, concéntrese en su respiración. Tome tres profundos alientos, respire por la nariz y exhale por la boca. Debe olvidarse de todo, de su trabajo, de su jefe, de sus problemas, solamente piense en su respiración.
Luego cuando se sienta tranquilo comience a observar su alrededor, mire el cielo, los árboles, edificios, animales. Esta conexión con el mundo ayuda a orientarlo en su camino, tanto literalmente y metafóricamente.
El tercer pasó. Comience a observar su cuerpo, cada movimiento. Preste atención a las zonas adoloridas puede ser su cuello, sus hombros. Imagine que la energía fluye por las zonas adoloridas, y que el dolor va desapareciendo poco a poco. Su camina debe ser tranquila, recuerde que esta paseando no corriendo una maratón. No existe una duración determinada, sin embargo lo recomendado es una caminata que dure entre 10 y 15 minutos.
Finalmente, cuando termine su paseo y se disponga a volver a casa, tómese cinco o diez minutos para reflexionar sobre su experiencia. Esto le permite de alguna forma “cerrar” con su paseo, dejando una transición entre su espíritu, su mente y el “Tiempo común”.
Esta es una practica ideal para personas sometidas a muchas presiones diarias, le permite descansar, para luego poder afrontar los problemas desde distintas perspectivas.
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